José Smith, el fundador de la iglesia Mormona, decía ser un profeta de Dios. ¿Lo era?Para poder determinar si José Smith era un profeta de Dios, primero necesitamos observar la supuesta llamada o “primera visión” que recuenta Smith. En esta visión supuestamente Dios le instruyó al pretendido profeta a empezar una nueva iglesia — la que vendría a ser la iglesia Mormona. Sin embargo, la evidencia muestra que el testimonio de Smith sufre de muchas inconsecuencias. Por ejemplo, la declaración registrada de “la primera visión” de Smith hace mención de una aparición por Jesucristo solamente, mientras que otras declaraciones reportan la aparición de ambos Jesús y Dios el Padre, o de un ángel, o de un grupo de ángeles. Cualquiera que sea el caso, claramente se puede ver que tales reportes contrarios sólo sirven para poner en duda la veracidad del testimonio de Smith. Tenga en cuenta que varias de estas declaraciones fueron hechas por él mismo.Al dirijirnos a la exactitud profética de José Smith encontramos que  estas no son mejores que su supuesto encuentro con Dios. De acuerdo a Deuteronomio 18:22, los profetas de Dios tienen un cien por ciento de veracidad — eso es decir, sus predicciones proféticas nunca fallan el blanco. Desafortunadamente para Smith, tales normas probaron ser inalcanzables para él. Por ejemplo, señalamos que Smith predijo que un templo Mormón se construiría en el estado de Missouri en los Estados Unidos antes que todas las personas que vivían en 1832 murieran.  Hasta ahora, no existe tal templo; esto es una prueba positiva de que José Smith fué culpable de profetizar falsamente.Pero aún si Smith no hubiera tenido error en sus predicciones (lo cual ciertamente no es el caso), de acuerdo a Deuteronomio 13:1-3 aún no se puede calificar como un profeta de Dios porque él estaba hablando de parte de un dios falso — un dios que no es Aquel que se revela en las Escrituras. Los hechos nos guían hacia una conclusión: que José Smith era de hecho un profeta, pero un falso profeta. Y recuerde, la ironía es que fué José Smith quién atacó al cristianismo al decir que todos sus maestros eran corruptos.