¿La Luz del Mundo o Un Mundo de Tinieblas? Un Análisis de Tres Enseñanzas y Prácticas de La Luz del Mundo

Author:

J. ALBERTO PAREDES

Article ID:

JAF2002JAPSP

Updated: 

Oct 3, 2023

Published:

Jan 23, 2020

For the English version, “The Light Of The World Or A World Of Darkness? An Examination of Three Teachings and Practices of The Light of the World Church?” please click here. 

La Luz del Mundo (LLDM) dice ser la restauración de la iglesia temprana de Cristo. Aunque los documentos doctrinales oficiales son raros, podemos trazar sus doctrinas principales de su himnología y otras fuentes. Cuando analizamos tres docrtinas críticas de LLDM y las comparamos con la ortodoxia temprana y algunas herejías de ese tiempo, vemos cómo LLDM se alinea más a algunas de las herejías antiguas. En cuanto a Cristología, la iglesia temprana creía que Jesús es Dios, mientras que LLDM niega su deidad. En cuanto a la suficiencia de la Escritura, la iglesia temprana reconocía la autoridad de los libros contenidos en el Nuevo Testamento, así como la finalidad de la revelación con la muerte del apóstol Juan. LLDM por otro lado enseña que Dios continuamente revela nuevas cosas únicamente a su líder. Algo muy similar a la creencia sobre la que se fundó el gnosticismo. En cuanto a la adoración, los apóstoles originales estaban claros en que ellos no debían recibir ninguna clase de adoración, mientas que LLDM compone himnos y alabanzas a su líder al creer que es una especie de apóstol-salvador. Esto es una distorsión del evangelio. Sin embargo, en lugar de estar agobiados, debemos animarnos a aprender a presentar una defensa racional del verdadero evangelio de Cristo.

Desde Guadalajara, México, se escucha una declaración sorprendente: “[Somos] la Restauración de la Iglesia que Jesucristo fundó en el siglo I de nuestra era…”1 Detrás de esta aseveración está un grupo llamado La Iglesia del Dios Vivo Columna y Defensa de la Verdad La Luz del Mundo; mejor conocida como La Luz del Mundo (LLDM).

Bajo la administración de Naasón Joaquín García, su actual líder, LLDM ha establecido más de 15, 000 templos y tiene presencia en 58 países,2 incluyendo los Estados Unidos. Ahora bien, ¿debemos celebrar este crecimiento?

En un sentido, toda iglesia cristiana debería tener el deseo de reflejar la iglesia temprana. Sin embargo, LLDM sostiene que su líder es literalmente un sucesor apostólico con la misma autoridad que aquellos apóstoles de la iglesia temprana. Es esto a lo que se refieren por “restauración” de la iglesia.

LLDM toma el día 6 de abril de 1926 como el día en el que Dios habló directamente a su primer líder, Eusebio Joaquín González (Abuelo de Naasón) diciéndole que debía iniciar su misión como el único Apóstol de Dios.3 Es supuestamente a partir de este momento que él comienza a restaurar la doctrina, normas, principios y oficios de la iglesia temprana.4 Esta aseveración es significativa y, como cristianos, necesitamos estar preparados para discernir su veracidad. Dado que las declaraciones de LLDM son tanto teológicas como históricas, es necesario probarlas a la luz de ambas la historia y la doctrina bíblica.

Conocer las posiciones teológico-históricas de algunas de las doctrinas más importantes sostenidas por los apóstoles originales es en realidad sencillo cuando se presupone la Biblia como un documento tanto teológico como histórico. Por otro lado, las fuentes primarias para investigar las creencias de LLDM son, en realidad, escasas. Solamente son accesibles unos pocos documentos doctrinales oficiales, su himnología, y una pequeña porción de sus Cartas Apostólicas5 son accesibles. Aun así, una vez que comenzamos a aprender algo acerca de las doctrinas de LLDM, parece ser que no solo son distantes a aquellas cuales los apóstoles originales enseñaron, sino que, al mismo tiempo, asemejan algunos de los errores de los enemigos contra los cuales la iglesia temprana luchó.

Cristología en la Iglesia Temprana

De acuerdo con la ortodoxia cristiana histórica, sólo hay un Dios en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.  Cada una es verdaderamente Dios, y a la vez, cada una es una persona distinta a las otras; aunque al mismo tiempo son iguales en gloria, majestad, y cualquier otro atributo. Entender esto es crucial para tener una doctrina bíblica de la persona de Cristo. El Nuevo Testamento (NT) deja en claro que la iglesia temprana reconocía a Jesucristo tanto verdaderamente hombre como verdaderamente Dios.

Tanto la humanidad como la deidad de Cristo son claras en la Escritura. El NT nos enseña que Jesús nació (Lc. 2:7; Mat. 2:1), creció (Lc. 2:52) y aprendió (Heb. 5:8). Él estuvo hambriento (Mat. 4:2) y comió (Lc. 24:41–43); estuvo cansado (Jn. 4:6) e incluso durmió (Mr. 4:38), como cualquier otro ser humano lo habría hecho. Sin embargo, también aprendemos bastante sobre su deidad. Uno de los propósitos principales del evangelio según Juan es comunicar a los lectores que Jesús es Dios. Juan abre su evangelio identificando a Jesús como la luz, el logos (el Verbo), y a ese logos como Dios (Jn. 1:1–18). Después el escribe sobre siete señales y siete declaraciones de ‘Yo Soy’. Mientras que cada una de las siete señales testifican de un poder que va escalando6 y que solamente puede ser atribuido a Dios (Jn. 2:1-11; 4:46-54; 5:2-9; 6:1-13, 17-21; 9:1-8; 11:1-45), una declaración de ‘Yo Soy’ tiene el propósito de emular la fórmula hallada en la Septuaginta7 concerniente al nombre de Dios “YO SOY EL QUE SOY” (Ex. 3:14). Así pues, Jesús habla sobre sí mismo como el ‘Yo Soy’ no en una, sino que en siete ocasiones distintas (Jn. 6:35—48; 8:12; 9:5; 10:7, 11, 14; 11:25; 14:6; 15:1, 5). También es en en esta cuenta que encontramos las palabras de Tomás, otro de los apóstoles, quien después de ver al Cristo resucitado hace una declaración extraordinaria acerca de él: “¡Señor mío, y Dios mío!” (Jn. 20:28 LBLA).8 El apóstol Pablo también reconoce explícitamente a Jesús como Dios en su carta a Tito (Tito 2:13).

Así mismo, Eusebio de Cesarea (260-340 AD) escribe en su Historia Ecclesiae: “Su carácter (de Jesús) es doble; como la cabeza del cuerpo en el sentido que el es reconocido como Dios, y al mismo tiempo, comparable a los pies en el hecho de que el se ha vestido de humanidad para nuestra salvación, un hombre de sensaciones como las nuestras”.9  De modo que, podríamos decir con confianza que la iglesia temprana estaba confiada en que Jesús era tanto Dios como hombre.

¿Quién es Jesús para la Luz del Mundo?

Aunque esperaríamos encontrar esta misma enseñanza de parte de quienes dicen ser la restauración de la iglesia temprana, la realidad difiere. Mientras que LLDM reconoce que Jesús es humano, no reconoce su divinidad.10

En un documento oficial producido para entrenar nuevos ministros, encontramos esta interesante declaración la cual nos da luz sobre la postura de LLDM con respecto a la persona de Jesús:

“A Dios se le adora porque a Él pertenece la adoración, a Jesucristo por obediencia, no solo por los ángeles, sino también por el hombre. Dios autoriza la adoración a su Unigénito, porque viene de Él”.11

El lenguaje utilizado nos muestra una distinción entre Dios y Jesús como seres distintos. Si esta declaración tuviera el propósito de hacer una distinción inter-trinitaria entre el Padre y el Hijo, eso en sí no representaría ningún problema. Sin embargo, el pesto de una distinción ontológica se hace más oneroso por el mensaje del texto mismo. En la teología trinitaria, adoramos a Jesús porque Él es Dios. De otro modo, no importa cuan elevada clase de ser humano sea, adorarle sería idolatría. Lo que vemos en la doctrina de LLDM es una declaración explícita asegurando que la única razón por la que Jesús es adorado es porque Dios lo ha autorizado.

Dos años después de que este documento fue publicado, el ministro de LLDM Carlos Montemayor, quizá el apologeta más conocido de la institución publicó un video explicando por qué LLDM no es trinitaria; y por qué no deberíamos considerar a Jesús como Dios. El dice: “…nosotros no reconocemos a Jesús como Dios, sino como el hijo de Dios, y esto no significa ‘Dios Hijo’”.12

Esta clase de cristología anti-trinitaria hubiese sido algo raro en la iglesia temprana. La historia nos cuenta que la seguridad de la iglesia temprana sobre la deidad de Cristo era tal que, de sus dos naturalezas, de hecho, la primera en haber sido puesta en duda y negada a manera de herejía fue la humana. Esta herejía fue conocida como Docetismo, y enseñaba que Jesús, aunque era completamente divino, únicamente aparentaba ser humano. Fue hasta el siglo cuarto que otra herejía surgió. Arrio, un presbítero de Libia, escribe a Eusebio, obispo de Nicomedia, explicando su creencia: “Y antes que él [Jesús] haya sido engendrado o creado, o establecido, él no existía; pues nunca fue no-engendrado. Somos perseguidos porque decimos que el Hijo tuvo un inicio, pero Dios no tiene inicio. Por esa razón somos perseguidos, porque decimos que el es de aquello que nunca fue”.13

Esta herejía es conocida hasta el día de hoy con el nombre de arrianismo, y encontramos esta misma clase de argumento hecho por el Sr. Montemayor, que lo lleva a concluir que Jesús no era un ser divino.14

El arrianismo fue condenado en el Concilio de Nicea en el 325 d.C, y llevó a la composición del Credo Niceno que dice: “Creemos […] en un solo Señor, Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre…”15

Los Primeros Apóstoles y la Escritura

Continuando, debemos preguntarnos: ¿qué enseñaban los primeros apóstoles acerca de la Escritura? En primer lugar, enseñaban que el Espíritu Santo la inspiró, y por tanto, es suficiente para toda enseñanza (i.e. 2 Tim. 3:16). De igual modo, notamos que ellos consideraban el Antiguo Testamento como Escritura (i.e. Lc. 24:27). Más aún, ellos reconocieron la autoridad de algunos escritos producidos únicamente durante el primer siglo. Pedro reconoce los escritos de Pablo como Escritura (i.e. 2 Pe. 3:15–16). Pablo por su parte reconoce algunos escritos de Lucas.16 También, tenemos el testimonio apostólico donde reconocen sus propios escritos como divinamente inspirados; este es el caso tanto de Pablo (i.e. 1 Co. 14:37—38; 1 Tes. 2:13) como de Juan (i.e. 1 Jn. 4:6; Ap. 1:3). Finalmente, el apóstol Juan sella el canon cuando escribe:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.” (Ap. 22:18—19).17

La mayor parte de la iglesia temprana reconoció esta fórmula como refiriéndose no solo al libro de Apocalipsis, sino a toda la Escritura. Luego entonces, ellos habrían entendido que la revelación divina no tomaría lugar después de ello. A esto se le conoce como la finalización de la Escritura.

Podemos encontrar ejemplos de esta misma fórmula juanina en el Didaké,18 un documento datado entre el siglo primero tardío y los inicios del siglo segundo. El Didaké dice: “Ustedes no deben olvidar los mandamientos del Señor; sino que deben guardar todo lo que han recibido, sin añadir ni quitar nada de ello”.19 Otro documento importante a considerar es el Fragmento de Muratori. Este fragmento de texto del año 200 d.C. describe un canon temprano que contiene la mayoría de los libros que consideramos aún hoy como canónicos. Además, Agustín, por ejemplo, describe en Sobre la Doctrina Cristiana en el año 397 d.C un canon temprano que ha sido cerrado y que contiene todos los libros que ahora tenemos;20 así mismo, Agustín se refiere al canon como cerrado en la Ciudad de Dios.21

De cualquier modo, es importante no sólo saber lo que la iglesia temprana creía con respecto a la Escritura, sino también las prácticas comunes y el uso que le daba a la misma.

Lucas describe en el libro de los Hechos que la iglesia temprana perseveraba en la doctrina de los apóstoles (i.e. He. 2:42). El apóstol Pablo también manda a Timoteo a enseñar y leer la Escritura públicamente (i.e 1 Ti. 4:13; 2 Tim. 4:1–2). Esta enseñanza y predicación de la Escritura debe incluir tanto el Antiguo Testamento como los escritos apostólicos que ya habían sido reconocidos como divinamente autoritativos. No tenemos ni un solo indicio en la Biblia de que otras cosas fuera de la Escritura estuvieran siendo enseñadas como escritura autoritativa.22

Más aún, hay mandatos apostólicos explícitos sobre evitar mitos y enseñanza sin provecho (i.e. 1 Tim. 4:7; Ti. 3:9). Adicionalmente, el Didaké nos da un poco más de luz en relación a la enseñanza dentro de los servicios cristianos en la iglesia temprana: “Quienquiera, entonces, que venga y les enseñe estas cosas que has sido dichas [basadas en la Escritura], recíbanle; pero si el maestro se ha pervertido y enseña una doctrina distinta para destrucción, no lo escuchen […] no todo el que dice hablar en el Espíritu es profeta, sino solo quien tiene los caminos del Señor”.23

Es claro, entonces, que aún cuando el canon no había sido oficialmente reconocido como conteniendo los veintisiete libros del NT, la iglesia temprana aceptaba como divinamente inspirados únicamente escritos del primer siglo que habían sido de autoría o aprobación apostólica. Ellos además reconocían que la revelación divina terminó con la muerte del apóstol Juan; finalmente, ellos no enseñaban nada fuere de aquellos escritos como autoritativo o inspirado.

La Luz del Mundo y Nueva Revelación

La declaración oficial de LLDM dice que “la Biblia es regla de fe, útil para enseñar al ser humano el camino a la salvación”,24 sin embargo, debemos notar la falta de las palabras “la única” en esta declaración. Para LLDM, la Escritura no es la única regla de fe, sino más bien una regla de fe. Ellos creen en la continuidad de la revelación especial. Las historias sobre la elección de cada uno de sus apóstoles son un excelente ejemplo de esto. Como mencionamos anteriormente, sus líderes han sostenido haber sido llamados directamente por la voz audible de Dios.25 De igual modo, los documentos denominados Cartas Apostólicas son tratadas en la práctica como textos inspirados. En varios videos públicos de servicios oficiales de LLDM, es posible ver cómo distintos ministros dejan de lado su Biblia para predicar directamente de estas Cartas Apostólicas.26 También existe un video del líder de LLDM, Naasón Joaquín (el apóstol) predicando ex-cathedra (sin usar la Biblia, ni ningún otro texto) diciendo que “la iglesia es el sello de su apostolado, pues es Cristo mismo quien ha puesto ese pensamiento en sus corazones.27 Existe un himno compuesto para Naasón llamado ‘Bendita Voz de Dios’ que confirma esta enseñanza:

Bendita Voz de Dios

Bendita voz de Dios que escuché en mi corazón,

Que me decía: Hay Varón de Dios.

[…] Y tú amarás al Apóstol Naasón,

Porque yo lo envío para consolación.

[…] Cuando Él entró, los ministros del pueblo

Y toda su Iglesia clamamos a una voz:

Usted es el Apóstol que Dios nos ha enviado

Y lo ha manifestado en nuestro corazón.

Y hoy lo confirmamos que Apóstol es de Dios,

Porque ya lo amamos en nuestro corazón.28

Este tipo de practicas hubiera sido familiar para la iglesia temprana. Sin embargo, esto seria porque la iglesia debía luchar contra ellas. Varios grupos gnósticos hacían este tipo de declaraciones. Verdaderamente, mientras que el gnosticismo es tremendamente diverso en cuando a las distintas doctrinas que allí se encuentran, existe una cosa que caracteriza a todas sus vertientes. “En el gnosticismo, la gnosis [sabiduría] salvadora viene por la revelación desde un reino trascendente, y es mediada por un revelador…”29 Este es el motivo por el que tenemos una colección tan amplia de escritos gnósticos diciendo ser divinamente inspirados. Sólo la Libería Nag Hammadi, una colección de escritos gnósticos hallada en Egipto, está compuesta de doce códices, y contiene más de cincuenta y dos tratados distintos.30 Algunas de estas obras han sido calificadas como “gnosticismo cristiano”. Este es el caso de los Evangelios de Tomás y María, y la Interpretación del Conocimiento, entre otros. Todo esto es algo que debemos tener en mente mientras analizamos la siguiente doctrina.

¿Eran los Apóstoles considerados “Salvadores” en la Iglesia Temprana?

Pasemos ahora a nuestra última pregunta: ¿Acaso la iglesia temprana adoraba a los apóstoles como salvadores? Mientras que los apóstoles eran completamente conscientes del poder que el Espíritu Santo había depositado en ellos para su ministerio, y que algunos de sus escritos estaban siendo divinamente inspirados, no hay un solo texto en toda la Escritura que exponga a los apóstoles con la disposición de recibir dichas alabanzas. De hecho, tenemos todo lo contrario. Existen varias instancias en el NT que nos muestran a los apóstoles tratando con situaciones en las que una adoración ilícita está tomando lugar.

Mientras Pedro llega a la casa de Cornelio después de ser instruido a través de una visión, Lucas relata la siguiente escena: “Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, lo adoró. Mas Pedro lo levantó, diciendo: Ponte de pie; yo también soy hombre.” (Hechos 10:25—26).

El término para la adoración en el griego original es proskuneo, que significa “caer de rodillas boca abajo como una muestra de honor y reverencia”.31

Un caso similar se encuentra en el siguiente texto sobre Pablo y Bernabé en Atenas:

“Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo. Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo […]: Los dioses se han hecho semejantes a hombres y han descendido a nosotros. Y llamaban a Bernabé, Júpiter, y a Pablo, Mercurio […] Y el sacerdote de Júpiter, […] traj[eron] toros y guirnaldas a las puertas, y quería ofrecer sacrificios juntamente con la multitud. Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros, y os anunciamos el evangelio para que os volváis de estas cosas vanas a un Dios vivo […] el cual en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos; y sin embargo, no dejó de dar testimonio de sí mismo, haciendo bien y dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y de alegría. Y aun diciendo estas palabras, apenas pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificio.” (He. 14:8—18).

En estos pasajes, hay hombres que están adorando tanto a Pedro como a Pablo. Pedro está siendo adorado a través de una reverencia excesiva hacia él. Pablo, junto con Barnabás, está siendo adorado a través de nombres que son gritados en alabanzas, e intentos de traer a ellos ofrendas. Ambos apóstoles rehúsan el recibir adoración alguna dando la misma razón: ellos son meramente hombres. Pablo va aún más allá y lamenta el suceso rasgando sus vestiduras y predicando el mensaje de la salvación de Dios a esta ‘gente malvada’. Parece ser que, en ambos casos, el simple hecho de que ellos fueran seres humanos los descalifica para recibir cualquier tipo de alabanza o adoración. Es más, esto no es sólo aplicable al hombre. Mientras que el apóstol Juan recibe la última revelación, ocurre algo similar:

“Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostró estas cosas. Y me dijo: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.” (Ap. 22:8—9).

Nuevamente, aquí, la palabra usada es proskineo. Dado que aún los ángeles reconocen su indignidad para recibir adoración, podemos concluir que la enseñanza apostólica común durante el primer siglo era que ninguna criatura debía recibir adoración. Sin embargo, las prácticas que observamos en LLDM son completamente distintas. Himnos y alabanzas son cantados semana a semana a Naasón. ¿Por qué?

Naasón Joaquín, Salvador de la Iglesia

En la teología de LLDM, Naasón tiene una figura de ‘salvador’. Dado que es él quien ‘ha sido elegidopor Dios’ para predicar ‘el mensaje único de la verdadera salvación’32 para la iglesia, él funciona como un mediador entre la iglesia y Jesucristo. Siguiendo esta lógica, cualquiera que desee salvarse necesita a Jesús, el mediador entre Dios y el hombre; pero también necesita a Naasón, quien es el mediador entre el hombre y Jesús. Por tanto, Naasón tiene un rol primario en la salvación del mundo. Fuera de él, no hay esperanza. Luego, la himnología que encontramos en LLDM está diseñada para exaltar estas propiedades de un apóstol-salvador:

#420 Oh Santo Apóstol

 “Oh, santo Apóstol del Señor Jesús

Eres el Ángel que Dios envió,

A predicar el evangelio de vida eternal,

Tienes justiciar y autoridad para salvar a la humanidad,

Dios te concede su Fortaleza en el trabajo espiritual.33

 

#227 Fue En Un Seis De Abril

“Con cetro de gran Rey, él [Naasón] gobernó a su pueblo,

La gracia que Dios le dio, sobrepujó sobre todos;

Vengan sedientos y beban de este manantial divino. 34

 

El Consuelo De Dios

“Me pides [a Dios] consuelo,

Pero ese consuelo eres tú  [Naasón]…35

 

Conocerle Es Un Honor

“Somos testigos de la gloria de Cristo,

Poder divino que del cielo descendió;

En el Apóstol que Él ha escogido,

Naasón Joaquín, conocerle es un honor.

 

#310 La Gente Me Pregunta

“Pero un día contemple la luz del Sol

Que brillaba con grande resplandor,

Me sentía muy contento al mirar

La grandeza que mi Dios manifestó.

Esa luz es un Apóstol del Señor.37

 

Existen más de treinta himnos oficiales y cánticos similares escritos para el apóstol. La himnología de LLDM deja de manifiesto que ellos perciben a su líder como un salvador; y en la práctica, le adjudican títulos tales como El Ángel del Señor, La Luz, La Consolación de Dios, La Grandeza de Dios, Manantial Divino, La Gloria de Cristo Jesús, entre otros títulos que la Biblia emplea únicamente para con Jesucristo. Los primeros apóstoles de la iglesia jamás habrían aceptado esta clase de títulos y alabanzas.

Ahora bien, la postura oficial de LLDM es que estas no son alabanzas de adoración, sino solo el debido honor que se le debe dar al líder. Sin embargo, recordemos tres cosas: en primer lugar, que el verbo proskuneo, aun que se traduce como adorar, lleva consigo la connotación de un altísimo honor como el motivo y base detrás de la acción de adorar. En este sentido, independientemente de las distinciones semánticas, no existe una diferencia real entre cantar himnos y adscribir estos títulos a Naasón, y aquellas acciones que los apóstoles se rehusaron a recibir. En segundo lugar, en el caso de Pablo y Bernabé en Hechos 14, el término adorar jamás es utilizado. Pablo pudo haber argüido que lo que las personas estaban haciendo no era realmente adoración. Incluso, como Jesús, Pablo pudo haber ducho que la aplicación del título ‘dios’ a un hombre no era completamente antibíblica (i.e. Sal. 82:6). Sin embargo, este no es el caso. Pablo reconoce que no existe una diferencia esencial entre la presencia o la falta del término proskuneo, dado que el comprende que la palabra describe una acción; así pues, si la acción está presente, entonces es irrelevante el término que se desee emplear para ella, o incluso si no se emplea ningún término en particular. Pablo entonces, interpreta los eventos como una adoración ilícita. En tercer lugar, debemos también recordar la distinción que LLDM hace cuando habla de adorar a Cristo. Ellos le adoran simplemente por obediencia, no por la realidad de una naturaleza divina, aún cuando existen prohibiciones explícitas sobre adorar criaturas, y mandatos a adorar a Cristo como Dios (i.e. Heb. 1:5—8). Es interesante comparar la razón por la que adoran a Cristo con el ‘honor’ hacia Naasón y las prácticas que derivan de éste las cuales carecen de sustento bíblico.

Tenemos, sin embargo, bases bíblicas para la prohibición de ésta práctica. Existen algunos personajes bíblicos quienes, sin ser Dios, deseaban ser adorados. El primero es Satanás durante la tentación de Jesús (Mat. 4:9). En Hechos, dos personajes pueden ser considerados. El primero es Herodes, quien, al estar dando un discurso, la gente comienza a llamarlo “dios”. La Palabra nos dice que en ese instante fue herido “por no haber dado la gloria a Dios” (He. 12:22–23). El otro es Simón el Mago. Mientras que la Biblia nos dice poco acerca de él, sabemos que era llamado por el título “El Poder de Dios” (He. 8:10), y tenemos fuentes extrabíblicas que los posicionan como uno de los primeros “cristianos gnósticos”.38 Otro famoso gnóstico del siglo cuarto quien se presentaba a sí mismo como la salvación para con sus seguidores fue Mani, el iniciador del maniqueísmo. Interesantemente, el también era llamado “elegido”, “Ángel del Señor”, “La Luz”, y sus seguidores también compusieron himnos de alabanza para él. Aquí hay un ejemplo de un himno a Mani:

Himno de Alabanza para Mani

Has venido con salvación, Oh Salvador de almas,

Señor Mani, ¡Apóstol de Luz!
Has venido con salvación, ¡Oh Redentor
de nuestras almas!
Has venido con salvación, ¡Oh gran Salvador!
Has venido con salvación, ¡Oh gran pastor… !
39

Las similitudes en el tono y uso del lenguaje, así como los títulos adscritos a Mani y aquellos dados a Naasón son impresionantes.

Finalmente, lo más preocupante de todo es que, al añadir otro salvador a la ecuación, nos estamos alejando del mensaje original del evangelio. La salvación ya no es sólo a través de Cristo, sino a través de Cristo y Naasón. La gloria no puede ser sólo para Dios, sino para Cristo,40  y para Naasón también. El apóstol Pablo deja claro que sólo hay un mediador entre Dios y el hombre, y no es Naasón Joaquín, sino Jesucristo (i.e. 1 Tim. 2:5). Al usurpar el lugar del único Salvador, la profecía se cumple: “Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán” (Mat. 24:11). Más aún, la advertencia de Pablo en Gálatas 1:8 cobra sentido: “Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema [maldito].”

¿Qué Entonces?

Entonces, ¿debemos celebrar el crecimiento de este movimiento en México y el mundo? No, no deberíamos. Tan respetuosos como queramos ser, no Podemos llamar cristiana a ninguna organización con un Dios distino (no trino), un Jesús distinto (no divino), y otro evangelio distinto (mediado a trvés de Naasón). Sin embargo, no debemos tampoco caer en la desesperación. Mi intención al mostrar los paralelos de las prácticas de LLDM con aquellas de los oponentes del cristianismo temprano es enseñar que estas herejías y errores son enemigos conocidos y de antaño para la iglesia cristiana. No hay nada nuevo debajo del sol. Con todo, aún cuando herejías antiguas aun se escuchan alrededor, la iglesia de Cristo permanece. ¿Por qué? Porque Cristo ha prometido construir su iglesia, y que las puertas del Hades no prevalecerán contra ella (Mat. 16:18). ¿Qué debemos hacer? Mientras la iglesia de Cristo siga en la tierra, debemos continuar entrenándonos para discernir, identificar y dar respuesta a toda doctrina antibíblica con amor, para que más personas puedan conocer la verdad del evangelio y adoren a nadie más que el Padre, el Hijo y el Santo Espíritu, el único, verdadero y trino Dios.

Alberto Paredes, Dr., actualmente está estudiando para obtener los grados de MDiv y MATS en RTS Charlotte. También funge como director y autor para el ministerio Enviados México.

la nota 

  1. La Luz del Mundo, “Somos,” Sitio Oficial, ¿Qué es la Luz del Mundo?, última modificación 2019, acceso en septiembre 14, 2019, http://www.lldm.org/Que-Es-La-Luz-Del-Mundo.html.
  2. La Luz del Mundo, “Objetivos,” Sitio Oficial, ¿Qué es la Luz del Mundo?, última modificación 2019, acceso en septiembre 14, 2019, http://www.lldm.org/Que-Es-La-Luz-Del-Mundo.html.
  3. La Luz del Mundo, “Inicia el Resurgimiento de la Iglesia de Cristo,” Sitio Oficial, Historia de la Iglesia La Luz del Mundo, última modificación 2019, acceso en septiembre 14, 2019, http://www.lldm.org/Historia.html.
  4. Ibid.
  5. Estas cartas son una compilación de escritos que los diferente líderes-apóstoles de LLDM han redactado, y que pueden contener las bases de sus creencias. Desafortunadamente, estos escritos no están disponibles ni al alcance del público en general. Personalmente, solicité a LLDM me fuera concedido acceso para la presente investigación; aún no he tenido ninguna respuesta.
  6. Cada milagro o señal es más impresionante que la anterior; yendo desde convertir agua en vino hasta resucitar a un hombre muerto.
  7. Una versión en griego del texto hebreo del Antiguo Testamento.
  8. Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la traducción al español La Biblia de las Américas.
  9. Eusebio, “Book IV [Libro IV], Bishops Writings and Martyrdoms [Escritos de los Obispos y Martirios], Sec. XXIII.,” en Eusebius, The Church History [Eusebio, La Historia de la Iglesia], trad. Paul L Maier (Grand Rapids: Kregel Publications, 2007), p. 22–23.
  10. La Luz del Mundo, “¿Cuáles son Nuestros Principios Religiosos? ,” Official Site, ¿Qué es la Luz del Mundo?, last modified 2019, accessed September 14, 2019, http://www.lldm.org/Que-Es-La-Luz-Del-Mundo.html.
  11. Ministerio Internacional de Ortodoxia de La Luz del Mundo, “La Verdadera Adoración en Temario Santa Convocación 2016” (Berea Internacional, Junio 15, 2016), p. 34.
  12. Carlos Montemayor, “Trinidad ¿Palabra de Dios o de Hombres?,” Youtube, LaLuzdelMundoCal, last modificado el 6 de junio, 2018, acceso en septiembre 15 de dic. de 19, https://youtu.be/sBV0QC6bzhs.
  13. Extracto de la carta de Arrio a Eusebio, Obispo de Nicomedia, 321 d.C. Ver, Henry Bettenson y Chris Maunder, eds., Documents of the Christian Church [Documentos de la Iglesia Cristiana], 4ta ed. / editado por Chris Maunder. (New York: Oxford University Press, 2011), p. 40.
  14. Montemayor, “Trinidad.”
  15. Credo Niceno; 2nda declaración. 325 d.C.
  16. Pablo cita directamente del evangelio de Lucas la frase: “…el obrero es digno de su salario” y la reconoce como Escritura al utilizar la nota introductoria: “la Escritura dice:” (i.e. 1 Tim. 5:18; Lc. 10:7).
  17. La mayoría de los académicos conservadores están de acuerdo con que esta fórmula juanina fue considerada por la iglesia temprana como una de cierre del canon.
  18. Michael J. Kruger, Canon Revisited: Establishing the Origins and Authority of the New Testament Books (Wheaton: Crossway, 2012), 53–54.
  19. Joseph Barber Lightfoot, ed., “The Didache or The Teachings of the Apostles [El Didaké o Las Enseñanzas de los Apóstoles],” en The Apostolic Fathers [Los Padres Apostólicos], Twin Brooks series (Grand Rapids: Baker Book House, 1956), p. 125.
  20. Augustine of Hippo, “On Christian Doctrine,” in St. Augustin’s City of God and Christian Doctrine, ed. Philip Schaff, trans. J. F. Shaw, vol. 2, A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, First Series (Buffalo, NY: Christian Literature Company, 1887), 539.
  21. Augustine of Hippo, “The City of God,” in St. Augustin’s City of God and Christian Doctrine, ed. Philip Schaff, trans. Marcus Dods, vol. 2, A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, First Series (Buffalo, NY: Christian Literature Company, 1887), 485.
  22. Eusebio describe una instancia en la que parece que la carta de un Obispo fue usada para la enseñanza en el día del Señor. Ver, Eusebio, “Book IV [Libro IV], Bishops Writings and Martyrdoms [Escritos de los Obispos y Martirios], Sec. XXIII.,” 141–142. Aunque no Podemos estar seguros del contenido de esta carta, es altamente probable que fueran exposiciones escritas de la Escritura, y esas cartas nunca fueron reconocidas como escritos autoritativos al mismo nivel que la Escritura.
  23. ” Lightfoot, “The Didache or The Teachings of the Apostles,” 127.
  24. La Luz del Mundo, “Principios Religiosos.”
  25. La Luz del Mundo, “Historia de la Iglesia La Luz del Mundo,” Official Site, Historia de la Iglesia La Luz del Mundo, last modified 2019, accessed September 14, 2019, http://www.lldm.org/Historia.html.
  26. e., “LLDM Lectura de Carta Apostólica – YouTube,” accesado en septiembre 23, 2019, https://www.youtube.com/watch?v=ZG0Jo7dZgjc; “LLDM Escuela Dominical 7-22-2018 Carta Apostolica – YouTube,” accesado en septiembre 23, 2019, https://www.youtube.com/watch?v=_QyMeBhAHlM; “Escuela Dominical – Presentación Apostólica 2 de Junio 2019 – YouTube,” accesado en septiembre 23, 2019, https://www.youtube.com/watch?v=kGK5u-w9gag.
  27. “Mensaje Apostolico Ala Iglesia Universal, Desde Hermosa Provincia 26 de Mayo 2019 – YouTube,” accesado en septiembre 23, 2019, https://www.youtube.com/watch?v=u9q30TpQe3Y.
  28. Translated from Spanish.” See, “#O Bendita Voz de Dios [Blesses Voice of God],” Himnario Oficial de LLDM App [Official Hymnal TLOW App], Adicionales [Aditional Songs] (CCB, 2019).
  29. Birger A. Pearson, Ancient Gnosticism: Traditions and Literature (Minneapolis: Fortress Press, 2007), 12.
  30. James McConkey Robinson and Institute for Antiquity and Christianity, eds., The Nag Hammadi Library in English, 3., completely rev. ed. (New York: Harper San Francisco, 1990), IX.
  31. 17.21 προσκυνέωb; κλίνω τὸ πρόσωπον εἰς τὴν γῆν (literalmente ‘inclinar la cara hacia el suelo’): postrarse ante alguien como un acto de reverencia, temor, o súplica. Ver, Johannes P. Louw and Eugene Albert Nida, Greek-English Lexicon of the New Testament: Based on Semantic Domains (New York: United Bible Societies, 1996), 217
  32. La Luz del Mundo, “Inicia el Resurgimiento.”
  33. “#420 Oh Santo Apostol,” Himnario Oficial de LLDM App, Himnos (CCB, 2019).
  34. ” “#227 Fue Un Seis de Abril,” Himnario Oficial de LLDM App, Himnos (CCB, 2019).
  35. “#O Consolation of God,” Himnario Oficial de LLDM App, Adicionales (CCB, 2019).
  36. ” “#O Conocerle Es Un Honor,” Himnario Oficial de LLDM App, Adicionales (CCB, 2019).
  37. ” [1]” “#310 La Gente Me Pregunta,” Himnario Oficial de LLDM App, Himnos (CCB, 2019).
  38. Eusebius, “Book II, The Apostles, Sec. XIII,” in Eusebius, The Church History, trans. Paul L Maier (Grand Rapids: Kregel Publications, 2007), 62–64.
  39. The Gnostic Society Library, “Hymn in Praise of Mani,” Manichaean Scriptures, accessed October 10, 2019, http://gnosis.org/library/hymnmani.htm.
  40. Puesto que, de acuerdo con su teología, Cristo no es Dios.

 

 

 

 

 

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