Todo el mundo quiere conocer el secreto hacia algo. Los golfistas quieren conocer el secreto para jugar al golf como Jack Nicklaus o Rory McIlroy. Los inversionistas quieren conocer el secreto para hacer una fortuna en Wall Street. Los padres quieren conocer el secreto para criar hijos sanos y felices. Y los cristianos desean desesperadamente conocer los secretos de la oración eficaz. Entonces, ¿cuáles son los secretos de la verdadera intimidad con Dios a través de la oración? 

El primer secreto de la oración eficaz es la oración secreta, y Jesús nos dio el mejor ejemplo. Como dice el Dr. Lucas, Jesús “se retiraba a menudo a lugares solitarios y oraba” (Lucas 5:16). A diferencia de los líderes religiosos de su tiempo, Jesús no oraba para ser visto por los hombres. Él oraba porque atesoraba la comunión con Su Padre. Los hipócritas obtienen su recompensa a través de la oración pública. Pueden ser percibidos como gigantes espirituales, pero para cuando terminan, han recibido todo lo que jamás obtendrán: el valor de su oración y nada más. 

Otro secreto es reconocer la conexión entre oración y meditación. Nuestras oraciones son tan inspiradas como lo son nuestras Escrituras. La Escritura alimenta la meditación, y la meditación alimenta nuestras oraciones. Meditar en las Escrituras nos permite una transición más natural hacia un tiempo maravilloso de oración significativa. El autor Donald Whitney, que se refiere acertadamente a la meditación como ‘el eslabón perdido entre la ingesta de las Escrituras y la oración’, señala que si había un secreto en la vida de oración del evangelista George Müller, era su descubrimiento de la conexión entre la meditación y la oración. 

Un último secreto es descubrir tu lugar secreto, un lugar donde puedas ahogar el ruido del mundo y escuchar la voz de tu Padre celestial. La cuestión, por supuesto, no es el lugar, sino la motivación. Todos somos creaciones únicas de Dios. Por tanto, tu lugar secreto será sin duda diferente del mío. La cuestión es que todos necesitamos desesperadamente un lugar alejado de los sonidos invasivos de este mundo para poder escuchar los sonidos de otro lugar y de otra Voz. 

Adaptado de: La oración de Jesús; y de: El Escudo 

“Cuando ores, entra en tu aposento, 

y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; 

y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”. 

Mateo 6:6 LBLA 

Para un estudio más profundo, véase Hank Hanegraaff, The Prayer of Jesus: Secrets to Intimacy with God (Spanish Version) [La Oración de Jesús: Secretos para una Intimidad Real con Dios] (Nashville: W Publishing Group, 2001).